
Antes que las palabras se agrieten en este éxtasis de delirio, el recuerdo permanecerá ausente… Antes que mezcle la agonía su dicha y el fruto se emancipe del vientre, recostaré la mustia realidad sobre albas desnudas. Antes que muera el tiempo, que la lluvia se seque, que los mudos silencien sus latidos y los cuerdos disequen su cuerda, hasta paralizarla en el olvido, yo, la que soy, replegará las alas hasta el infinito… No se encuentra la jaula en el rincón del preso. No se encuentra.
Rosario Sabariego
No hay comentarios:
Publicar un comentario